viernes, 10 de mayo de 2013

Eurocentrismo

El eurocentrismo es un modelo implantado desde europa, que pretende ser considerado la única salida para las problemáticas del mundo occidental moderno. Es importante reconocer la gran influencia de europa en todo el mundo occidental, obviamente, incluida américa latina. 

Antes de empezar, es importante realizar la siguiente encuesta para ver que tan bien informados estamos sobre el tema:



Para entender un poco mejor el significado e influencia en américa latina,  lo analizaremos desde la siguiente presentación  en prezi y mapa conceptual, con lo cual nos familiarizaremos con el tema:






A continuación estudiaremos la postura de dos autores para conocer mejor la influencia y significado del eurocentrismo:

El objetivo de este escrito es dar a conocer la perspectiva de Samir Amin (Economista egipcio, especializado en temas del tercer mundo) y Enrique Dussel (Filósofo argentino, incursionista de la filosofía de la liberación), a cerca del Eurocentrismo;  teniendo en cuenta que, a pesar de que ambos pretenden explicar su significado y a la vez criticarlo, vienen de contextos sociales totalmente diferentes. Y desde luego mostrar mi punto de vista como una colombiana de clase media, inconforme por ver las injusticias y desigualdades de este orden social.

Por un lado tenemos a Samir Amin, quien nos presenta el eurocentrismo desde el anti universalismo, debido a que este no se preocupa por descubrir nuevas formas sobre la evolución humana y desde el universalismo, ya que nos “propone imitar el modelo occidental” (Amin, 1989).
 

A lo largo de la historia, considero que el actuar de las personas se ha caracterizado por ser inmoral; el asunto es que en nuestros tiempos y después de tantos siglos, aun me sigo aterrando de esto; me parece que fue extremadamente inmoral, injusto e inhumano, lo que Europa hizo con nuestros pueblos indígenas, como para pretender convertirse en un modelo a seguir, de hecho, según ellos, “el único modelo para la solución de nuestros desafíos actuales”, cuando de no ser por el enriquecimiento, no solo económico sino también cultural que adquiriendo durante este proceso, difícilmente serían el centro de la historia o de la civilización; y continuarían siendo parte de la periferia del mundo musulmán.

Por otro lado, pretenden mostrar la “modernidad” como emancipadora, cuando durante tanto tiempo esclavizaron y se enriquecieron a costillas del sufrimiento de América, y volvemos al tema de lo inmoral y de lo que Dussel nos muestra como la otra cara de la moneda, la de las víctimas de tal “modernización”, que finalmente no resulta ser algo diferente a una matanza y abusos  contra una  cultura diferente.

 

Ahora bien, debemos tener en cuenta que el eurocentrismo no tiene características netamente culturales, este también nos afecta en otros campos, como es el caso de la economía; el eurocentrismo y capitalismo van de la mano y como bien sabemos, el capitalismo es el sistema económico que predomina hoy en día. Esto no solo condiciona el trabajo de pequeños empresarios, atenta contra la naturaleza y con nuestras condiciones de vida que muchas veces resultan inhumanas.

Lo primero que notó es que el eurocentrismo es un absurdo subjetivismo, en el cual,  al llamarse  a ellos mismos como superiores con respecto a las demás naciones o culturas, ya de por sí están menos preciando al otro. Creo que el costo que se está pagando para que el eurocentrismo funcione es demasiado alto; el verdadero problema, es que nuestro gobiernos y nosotros mismos, que resultamos ser los más perjudicados, los aceptamos como superiores y nos aceptamos como su periferia, aceptamos entrar en ese juego en el que finalmente lo único que hacemos en perder, perder nuestra identidad, perder nuestras reservas naturales, perder nuestra economía. Ser peones de un juego en el que al igual que un juego de ajedrez, los beneficiados son una pequeñísima minoría. Porque no nos oponemos, por que la inmensa mayoría prefiere el conformismo antes que luchar por un bien propio y muy probablemente esto no sea ni siquiera culpa de ellos, ya que en un país en el que se prefiere tener personas ignorantes que educadas, donde la corrupción pesa más que el bien común; mientras esto no cambie, no es extraño que sea cual sea la nueva potencia o el nuevo orden social, seguiremos siendo lo que hemos venido siendo hasta el momento, peones de un juego ajeno.